Hacía tiempo que no pasaba por aquí, y mira que es un tema que me preocupa, me hace "perder" tiempo y es el eje de mi vida, sobre todo, personal.
Hay
días en los que uno se siente....BIEN!!!
El
viernes fue uno de ellos. ¿por qué? Ahhh.
Lee y verás.
Comenzó
el día en la estación de Cercedilla, aparcamiento y punto de partida de la ruta
Cercedilla-Segovia. Es una de las "etapas" de la prueba no
competitiva que se celebrará el 21 de septiembre entre Madrid y Segovia. Serán
102 kms que intentaremos hacer corriendo, lo más posible.
Cargado
con una mochila camel, con depósito de agua incorporado (2 litros) comida no
pesada (cacahuete con choco, ampollas de glucosa, y similares) ropa para la
vuelta en la renfe (camiseta técnica, toalla húmeda y calcetines) cajita de compeed (por si
las ampollas) y, claro está, la documentación personal, mi frasco de vernies (nitro para el cardio) algo de dinero y el
inseparable móvil.
Nada
más salir de la estación de tren (1.220 m) la carretera pica hacia arriba buscando el collado de la Fuenfria (1.795 m de altura) haciendo de los tres primeros
kilómetros un auténtico calentapiernas
que te pone en tu sitio.
Parece
que no debemos subir puertos, que debemos ser comedidos con los esfuerzos.
Creo (espero) haber aprendido bastante sobre
controlar mis pulsaciones, y el viernes tuve una gran confirmación/alegría.
Ir a
lado de Juan M., un gran deportista de fondo, llevar ambos dos sendos
pulsómetros, ir leyendo las pulsaciones, compararlas con Juan y ver que a misma
velocidad=mismas pulsaciones...., pues que
me puse muy contento.
Trotamos los 14 kms de ascensión a poco más 130 ppm, a la velocidad que marcaba
nuestra compañera de marcha.
Bajamos
hacia Segovia (1.000 metros) a poco más de 110 ppm, a la velocidad que nos
marcaba nuestra compañera de marcha.
LLaneamos
en los últimos 5 kms a poco más de 125 ppm, igualmente autocontrolados por la velocidad de nuestra compañera de
marcha.
Fueron
36 kms, en 4 horas 30', a una media de 8 kms/hora y, lo mejor, con las
pulsaciones bajo control.
Este
año he tenido una buena temporada de invierno (la abundante nieve en el sistema
central lo ha permitido) y creo que estoy recogiendo los frutos de unos
entrenos de esquí de fondo y ciclismo en altura y con atmósfera limpia.
Un esfuerzo prolongado, ganando 575 metros de altura en 14 kms. de subida constante (sólo algunos repechos son más duros) y bajando, que también cuesta, un total de 795 metros en los siguientes 17 kms. de pendiente también bastante constante, para terminar con un falso llano en bajada de 5 kms, pelados de arboles y reseco en esta época del año.
Gracias
María por retenernos. Gracias Juan por compartir trote y datos. ¿se puede
pedir mejor ejercicio cardiovascular y mejor compañía?
Salut!!!